¡Hola a todos y todas! Como viene siendo una costumbre estamos aquí una semana más (o mejor dicho ya, menos) de nuevo os contaré lo que ocurrió en la pasada clase de PI, la cual correspondía a una de las últimas clases de este primer trimestre que ya hemos terminado, para alegría de muchos o decepción de otros en cuanto a las notas. La última clase fue hace 1 semana, debido al puente que estamos teniendo, no tenemos más clase hasta dentro de una semana, es decir, el próximo lunes. El lunes pasado, fue la clase anterior al Concurso de Fotografía en el cual actuamos de monitores, tal y como se relata al final de esta entrada.
En primer lugar, Miguel nos comentó las puntuaciones provisionales de cada uno de nosotros en este primer trimestre, ya que la sesión de evaluación era esa misma semana. Así, fuimos viendo que 2 grupos de alumnos recibirían el punto extra (más comentarios en sus fotografías), y qué grupo se llevaría el punto menos, esto quiere decir que hay alumnos suspensos, ya que si tenían un 5 de media, al ser el grupo menos trabajador, esos componentes tendrían por regla un 4. Miguel nos recordó que debido a esto, debíamos poner más hincapié a la hora de trabajar en grupo, y elegir bien a los componentes de dicho grupo, ya que los "fallos" de una persona pueden hacer que otra acabe perjudicada.
Tras el repaso, pasamos al tema el cual trataríamos el resto de la clase: el Concurso de Fotografía sobre Medina Sidonia que se celebraría el viernes de esa semana, y en el cual nosotros actuaríamos como monitores de los alumnos participantes en el mismo. Miguel nos repartió una hoja donde nos indicaba el “programa” del día y el desarrollo que seguiría dicho concurso a lo largo de la semana, asique en la hora nos dedicamos a recibir las instrucciones sobre que debíamos hacer al ser monitores.
El trabajo consistía en acompañar a 6 o 8 alumnos de distintos centros de Medina por el pueblo e ir ayudándoles con las fotografías que debían de hacer y por supuesto, vivir la experiencia de ser “profesores”, por un día. Así, Miguel nos recordó que nos debíamos encargar de revisar las cámaras de cada alumno participante y comprobar que estaban vacías y que no grababan la fecha ni la hora a la hora de sacar fotografías, porque al exponerla queda un poco mal. Así, tras terminar el concurso, debíamos llevar las tarjetas de memoria de los participantes para que Miguel pudiera elegir las que para el eran las mejores fotografías de ellos, y así poder exponerlas en el concurso.
Tras las instrucciones, también estuvimos hablando de los posibles "problemas" que podían surgir a lo largo de la jornada. Miguel nos puso un ejemplo de una monitora, que en el año pasado le tocó dos alumnos que intentaron llamar la intención, por decirlo de alguna manera, los alumnos se fueron a sus casas a jugar a la play. Miguel nos dijo que era posible que nos encontrásemos con alumnos conflictivos a lo largo de la mañana, nuestro profesor nos indicó que para cualquiera de estos casos, lo llamásemos a su móvil, y el tomaría alguna decisión al respecto, o que volviésemos al instituto con el alumno conflictivo y que él se encargaría del resto.
Miguel nos propuso sitios a los que podíamos visitar, obligatoriamente lugares como La Alameda, la Iglesia Mayor y dos casas rurales, además de otros sitios que nosotros eligiésemos a lo largo de la jornada, él nos proporcionó un folleto donde aparecían lugares atractivos que podíamos elegir como lugar de visita.
Una vez acabadas las dudas y aclaraciones de los alumnos, en los últimos minutos de la clase, Miguel nos mostró el PowerPoint que reproduciría a los alumnos y monitores el viernes en el Salón de Actos durante la conferencia antes de iniciar el concurso. En el PowerPoint podíamos ver ejemplos sobre distintos tipos de fotografías, los cuáles ya hemos ido viendo a lo largo de este curso, como fotografías de sombras y simetrías, siguiendo la regla de los tercios, con reflejo, etc.
Comentario del Concurso de Fotografía
Tras casi 3 meses realizando fotografías, finalmente llegó el momento para demostrar nuestros conocimientos adquiridos a lo largo del trimestre y además, serviría también para evaluarnos a nosotros mismos, y ver nuestra madurez a la hora de dirigir un grupo de alumnos.
Nuestro día comenzó el ya citado viernes a las 9:00 de la mañana. Miguel nos había citado a segunda hora en el Salón de Actos para así prepararlo para cuando llegasen los distintos centros. Una vez preparado, cada uno de nosotros se acomodó en una fila de asientos, en la cual se colocaría con sus alumnos una vez llegasen estos.
Tras entregarnos un papel para apuntar los datos de nuestros participantes y los sobres para meter las tarjetas, comenzó la jornada con la llegada de los alumnos seleccionados de nuestro instituto. Primero llegaron los alumnos de nuestro instituto, dos alumnos de cada clase, y en este caso, Yo, un poco avispada, me traje conmigo a una alumna de 4 de eso para que pudiese ayudarme un poco.
Seguidamente, fueron llegando los alumnos del resto de centro participantes cada vez que llegaban nuevos alumnos, intentabas escoger aquel que creías que se iba a portar mejor, pero no, ya que Miguel asignaba a cada alumno en un grupo y así estuvimos comentando entre Ana (otra monitora, ya que en mi grupo habían dos monitores, y menos mal, ya que fue un gran apoyo en el día) y yo quién nos había tocado y cómo lo "veíamos". Por mi parte, como se verá a continuación, no me puedo quejar: en un principio parecían los 6 bastantes buenos, y fueron mucho más que eso. Tras la revisión de cámaras y el apuntado de datos de cada alumno, dónde empecé a intimar con ellos gastándoles alguna que otra broma, pasamos a los actos oficiales.
Tras todo el lío de la llegada, pasamos a los actos "oficiales", los cuáles comenzaron de la mano la directora del instituto, Carmen Gallego, que nos agradeció nuestra participación y dieron la bienvenida a los alumnos de los distintos centros. A continuación era el turno de Miguel, que se dedicó a explicar el concurso y posteriormente, el PowerPoint que nosotros ya habíamos visto, e intentó dar algunos consejos a los participantes, como guía para el resto del día. Me sorprendió bastante que mis alumnos lo escuchasen todo atentamente, como una clase normal, y respondiendo a las mini-preguntas que Miguel hacía.
Aproximadamente a las 10:30 salimos finalmente al patio, acompañando a nuestros alumnos, donde recibimos un desayuno por parte de las madres del AMPA, que nos serviría para coger fuerzas y energías el resto del día, así como para comentar y entablar conversación con los alumnos.
Así pues, llegó la hora, y a las 11:00 partimos hacia la calle. En un principio, decidí dirigirme a los sitios dónde debíamos ir obligatoriamente, e ir entrando en el resto de lugares que nos encontrásemos por el camino. Así pues, nuestra primera parada fue en el Caminillo, y les estuve explicando a mis alumnos algunos elementos interesantes para fotografiar, aparte de hacer fotografías para subirlas al blog. Y así surgió uno de los problemas del día, una alumna, Pili, se quedó sin pilas en la cámara y no podía echar fotos ya que su cámara era de pilas. Tras un buen rato buscando con ella la opción para poder hacer las fotos, llegamos a la conclusión de comprar unas pilas nuevas, y aunque parezca una tontería, tras darme las "Muchas gracias", esas dos palabras sirvieron para "motivarme" el resto del día, y es que la satisfacción de ayudar a alguien y enseñarle algo nuevo, es una de las cosas más bonitas, al menos para mí; daba gusto ayudar a mis alumnos. Además, en ese mismo momento me di cuenta de que mi grupo no podía ser mejor, ya que siempre que Ana y yo los llamábamos para continuar, se plantaba ante mí en breves instantes, y cualquier consejo o norma que les proporcionábamos lo seguían al pie de la letra.
Tras subir al centro del pueblo, habiendo pasado antes por el Arco de la Pastora, fuimos entrando en algunos patios dónde echamos algunas fotografías, enseñándole a mis alumnos algunos consejos para que su fotografía fuera buena, los cuáles se reían bastante e incluso algunos comenzaron a coger confianza, a llamarme “maestra, o muchacha “o tal vez, a contarme algunas anécdotas suyas, y a cada instante me preguntaban si la fotografía que habían echado era buena o no.
Antes de llegar a La Alameda hicimos una visita al patio del convento de las monjas de abajo, así como a la Iglesia, dónde no estuvimos mucho tiempo, ya que a los alumnos no le parecía un sitio muy atractivo.
Llegamos a La Alameda, pero vimos que allí había pocas posibilidades de realizar buenas fotografías, ya que la fotografía que se pueden hacer son repetidas a años anteriores, y decidimos seguir hacia la iglesia la Victoria, dónde allí tardamos un buen tiempo, porque Ana y yo explicamos algunos métodos para que la fotografía no estuviese movida.
Tras ello, decidimos entrar en algunas de las casas rurales de Medina, mis alumnos y yo, hicimos fotos a patios llenos de flores, que daban color a la fotografía y ¡Así daba gusto fotografiar!
Decidimos pues subir a la Iglesia Mayor por la parte de atrás del Ayuntamiento, parándonos antes en un par de casa rurales y patios que encontramos en el camino, dónde me pude encontrar con algunos compañeros como Cristina o Andrés y debatir experiencias sobre cómo llevábamos el día. Era complicado subir por algunas calles del pueblo, ya que las aceras son muy estrechas y me daba miedo por si algunos de mis alumnos tenían algún problema al cruzar o caminar por la acera, en fin, que estuve casi todo el día cumpliendo el labor de madre, que en cierto modo, me gustaba.
Tras una parada en el Convento que está debajo de la Iglesia mayor, dónde me pude reír mucho con un comentario de Adrián (el cuál comentaba todos los sitios por donde pasábamos) nos dirigimos a la Iglesia Mayor, dónde pudimos encontrarnos a la entrada a una clase de alumnos, que no era de nuestro pueblo, que también visitaba la ciudad. Ante tanta acumulación de niños, tuve especial cuidado en que ninguno de ellos se me fuese con otro grupo, pidiéndole ayuda a Juan Luis, un chico de Agraria, muy amable, que nos acompañaba, pero no como monitor, ¡Sino como alumno! El cuál nos ayudó bastante a lo largo del día. Una vez en la Iglesia, comenzamos realizando fotos en el patio de fuera, dónde expliqué otros conceptos como el encuadre, para luego entrar dentro de la Iglesia, dónde nos encontramos con otros grupos, La Iglesia Mayor fue el lugar dónde mis alumnos realizaron más fotografías.
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Después de un buen rato dentro de la Iglesia, en el cual charlé con algunos de mis compañeros, nos quedaba tiempo para un par de sitios más, así que decidimos ir al Hotel Tugasa y a un par de casas rurales que se encontraban cerca del mismo.
Se acercaba ya la hora de volver al instituto, y en el camino de vuelta me entretuve un rato ya que José Luis estaba entretenido con una piedra, que la utilizó como pelota para jugar, y Adrián, el más dicharachero del grupo, me contó parte de su vida, con la cual me pude reír un buen rato.
Tanto nos entretuvimos que cuando llegamos al instituto, todos los grupos se encontraban fuera del instituto con sus alumnos repartidos con su profesor correspondiente, y acomodados, y tuve que recoger rápidamente las tarjetas de cada uno, cosa que casi se me olvidaba. Tras despedirme de cada uno de mis alumnos, por fin nos quedamos reunidos los monitores, los cuáles nos reunimos para contar cómo nos había ido el día, a unos mejor y a otros peor, pero casi sin ningún problema.
En resumen, para mí, como ya habréis podido leer, ha sido una experiencia más para contar, es más, me ha enseñado una gran cantidad de cosas. En un principio, tenía ese miedo de ver qué alumnos me tocaban y si entre alguno de ellos se encontraba algún "elemento”, pero para mi sorpresa, me tocó un buen grupo, se lo pasaron genial, al igual que Ana y yo. Y es que el simple hecho de que alguien te de las gracias por haberle ayudado, es para mí una de las cosas más bonitas que una persona puede sentir.
Una experiencia inolvidable, y que si el año que viene Miguel le hace falta algún monitor, que no tenga duda en avisarme. Esta experiencia me ha servido también, como elección de estudio para el año que viene, me refiero, a que tengo en mente estudiar magisterio, ya que, esta experiencia me ha servido para muchas cosas, por un lado, como no, demostrar los conocimientos sobre fotografía, los cuáles me dado cuenta que ya salen “solos” ; y por otro lado, estar en una situación, como es tener 6 niños bajo tu cargo, y es ahí donde debes actuar de manera que manteniéndote firme, transmitas confianza y ellos no se sientan incómodos, y es que, sinceramente, me ha gustado eso de que los niños te llamen …“seño”=)
Y nada más que contar, hasta aquí llega mi experiencia como monitora, la cual me ha encantado y volvería a serlo sin duda. Seguidamente, podéis ver algunas de las fotos que he podido hacer en el tiempo que tenía. Un saludo y ¡Hasta la próxima!
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